JJPP Santiago 2023: Mateo Majdalani y Eugenia Bosco ganaron el oro en Nacra 17
juan
Los bonaerenses se consagraron antes de la Medal Race y se quedaron con el primer puesto tras la medalla de plata en Lima 2019
La quinta medalla de oro para la delegación argentina en los Juegos Panamericanos Santiago 2023 llegó desde el agua y muy lejos de la capital chilena. En Playa Algarrobo Norte, a poco más de 100 kilómetros del epicentro de la cita, Mateo Majdalani y Eugenia Bosco ‘volaron’ sobre las aguas del Pacífico, donde nunca antes habían navegado, y lograron el primer puesto en la clase Nacra 17 de vela, uno de los deportes que históricamente más alegrías le da a nuestro país y en el que, en la misma clase, deslumbró Santiago Lange hasta que los jóvenes regatistas bonaerenses tomaron la posta.
La diferencia que los argentinos hicieron sobre sus cuatro rivales fue tan grande que se aseguraron el primer puesto tras ganar la carrera número 10 de 11 en la etapa regular. Luego, con el título el bolsillo, lideraron la última prueba y terminaron la instancia clasificatoria con 11 victorias en 12 regatas -en la restante fueron escoltas- para un total de 13 puntos. Estados Unidos, su principal oponente, acumula 29 unidades y Brasil, el tercero, 30. Con Canadá y Chile afuera del podio porque suman 51 y 57 tantos, respectivamente, el segundo y tercer puesto lo dirimirán en la Medal Race del próximo sábado las duplas de Sarah Newberry Moore-David Liebenberg y Samuel Reis Albrecht-Gabriela Nicolino De Sa.
Majdalani y Bosco eran favoritos a la medalla de oro, la cual recibirán en dos días cuando se suban al podio. Antes, navegarán, o ‘volarán’, en la Medal Race, regata en la que habitualmente se definen los ganadores pero que en esta ocasión solo estarán en juego el segundo y tercer puesto. Lange, en la previa, advirtió del potencial de estos jóvenes en diálogo con LA NACION y sostuvo que, más allá de Santiago 2023, son candidatos al podio en los Juegos Olímpicos París 2024: “Ellos son el presente de la vela argentina y el futuro, en cuanto a la potencialidad de ganar medallas olímpicas. Incluso ahora en París 2024, no tengo ninguna duda. Me baso en que Mateo entiende muy bien el juego, sabe lo que se necesita para ganar una medalla olímpica y fue una parte muy importante de nuestro equipo en Río. Conoce la metodología y lo que hay que hacer. Y Eugenia también es una deportista muy talentosa”.
El medallista de oro en Río 2016 junto a Cecilia Carranza compitió contra ellos por representar a la Argentina en la próxima cita olímpica, pero no pudo doblegarlos junto a Victoria Travascio en el Selectivo de la Federación Argentina de Yachting (FAY) en el que se tuvieron en cuenta el Mundial de La Haya, el Trofeo Princesa Sofía que se realizó en España y la Semana Olímpica en Hyères. Entre medio de esos certámenes, Mateo y Eugenia también clasificaron a Santiago 2023 donde este jueves cumplieron con sobriedad su objetivo de lograr la medalla de oro en los Juegos Panamericanos y ya piensan en lo que tendrán que hacer para subirse al podio en la Marina de Marsella, donde entre el entre 28 de julio y 9 de agosto del año próximo serán las regatas de París 2024.
Majdalani y Bosco, una dupla que creció mirando a Lange
El anhelo de Majdalani y Bosco siempre fueron los Juegos Olímpicos y su ciclo comenzó luego de Tokio 2020, ya sin Santiago Lange como padrino. Es que para la cita de Japón, la dupla acordó con él y Carranza participar de los Juegos Panamericanos Lima 2019 -logró la medalla de plata- y bajarse de la pelea por estar en el evento nipón para que los representantes de la Argentina sean los, por entonces, vigentes campeones olímpicos.
Para Majdalani, tal sostuvo en una entrevista que brindó junto a Bosco a LA NACION, todo el camino recorrido para llegar a París 2024 tuvo sentido: “Todo el camino que hicimos y todas las experiencias que hicimos nos formaron y ayudaron a estar donde estamos hoy y a tener estos resultados. No tengo dudas que habernos preparado para Lima 2019 nos ayudó como experiencia porque, si bien no tiene la importancia de unos Juegos Olímpicos, a la preparación uno le da la misma relevancia. Al final son un montón de decisiones que las preparas como si fuesen para unos Juegos Olímpicos. Eso nos ayudó mucho a crecer como equipo”.
En la campaña que finalmente se adjudicaron la plaza para los Juegos Panamericanos y Olímpicos, Mateo y Eugenia compitieron contra quien es su ídolo. Para Majdalani, incluso, su nombre tiene una ascendencia aun mayor: “Yo soy del mismo club que él (N. de R.: Náutico San Isidro) y obviamente desde que soy muy chico él es una figura reconocida y sin dudas que nos marcó en nuestros inicios. Cada vez que iba a la casa de Klaus (Lange), Santiago nos contaba sus historias de cuando navegaba en el exterior y nos traía las revistas de los barcos de afuera. Siempre fue muy inspirador. Más que aconsejarme, mi aprendizaje consistió en verlo en acción”.
Más allá de que para ambos equipos el objetivo final era el mismo y peleaban por ello a sabiendas de que uno solo lo iba a lograr, la competencia por la plaza a los Panamericanos y Olímpicos fue sana, dejó en claro Majdalani: “No entrenamos juntos, sí lo hicimos en la campaña anterior a Tokio 2020 a raíz del acuerdo de que nosotros fuimos a los Juegos Panamericanos Lima 2019 y ellos a los Juegos Olímpicos. En este caso se armó un Selectivo numérico para ver quién iba a Santiago 2023 y quién a París 2024. Cada uno hizo su camino y estamos muy contentos porque competimos con mucho respeto entre los dos equipos. Cada uno tirando para su lado, pero siempre con respeto”.
Donde todo empezó
Eugenia Bosco es de San Pedro, provincia de Buenos Aires, y tiene 26 años. Como todos los navegantes de su ciudad natal, empezó a hacerlo en Optimist en el Club Náutico y luego pasó a 29er. Su primera relación con los catamaranes fue en Nacra 17 junto a Esteban Blando y, antes de unirse a Mateo Majdalani, a fines de 2016 ganó el Mundial de F18 junto a Ian Rodger en Buenos Aires. “No estaba calculado dedicarme 100% a esto y al final se fue dando así. Hoy en día es el oficio y me encanta”, reconoció.
Mateo Majdalani, de 29 años, comenzó a navegar hace exactamente dos décadas en Náutico San Isidro: “Me acerqué porque mi viejo navegaba, pero no corría regatas ni nada. Después se formó un grupo muy bueno, que hoy en día seguimos siendo amigos y creo que la razón principal fue esa”. Tres año más tarde empezó a competir y desde entonces no frenó. Primero lo hizo en Optimist, luego en 29er y, cuando tenía decidido hacer en 49er, le surgió la posibilidad de ser entrenador de Santiago Lange y Cecilia Carranza Saroli para los Juegos Olímpicos Río de Janeiro 2016. Tras esa gran experiencia que se coronó con la medalla dorada, apostó por subirse él al catamarán junto a Bosco. Con su tripulante, tampoco era el objetivo principal de su vida dedicarse al yachting: “No es que hubo un día específico en el que dije ‘me voy a dedicar a esto’, sino que fueron un montón de pequeñas decisiones que se fueron dando y estoy muy feliz de poder dedicarme a esto 100%”.