En nombre de la Federación Argentina de Yachting quiero agradecer a todos los clubes, las clases y a sus autoridades por el trabajo realizado.
Creo que hemos aprendido a contactarnos mejor, actuar en grupo y pensar en lo que necesitan los otros antes de avanzar o tomar una decisión. A la incertidumbre que vivimos durante todo el año se le puso esfuerzo, dedicación y en muchos casos paciencia frente a la natural incomprensión de quienes querían resguardar sus barcos y no podían hacerlo.
Cada uno de los pasos que dimos requirió de días de trabajo, como cuando uno de nuestros representantes olímpicos pudo entrenar por primera vez en la Ciudad de Junín, y a partir de allí muy de a poco se fue derramando a todo el resto de quienes navegamos. Las inspecciones de seguridad sobre las embarcaciones y luego los permisos para su mantenimiento, que permitió que todos los profesionales vuelvan al trabajo. Siguió la habilitación de la vela individual, y luego los entrenamientos de deportistas de representación nacional, para que luego se habilite nuestro deporte en todas sus formas. El trabajo en conjunto ante las autoridades nacionales, provinciales o locales de todos los actores nos permitió avanzar y lograr que todos vuelvan a navegar de una manera segura. Un gran ejemplo de este trabajo conjunto fue la manera en la que desarrollamos en el último mes y medio los “entrenamientos en regatas de flota” para prácticamente todas las clases en diferentes lugares del país. Con un calendario suspendido, cada club con trabajo y dedicación se ocupó de un evento, y todos nuestros deportistas volvieron a tener regatas. Estamos terminando el año, y lo hicimos con una clínica para juveniles, en donde los entrenadores y deportistas olímpicos, se reunieron con un gran grupo de adolescentes e intercambiaron conocimiento y experiencias. (Ver Clínica de Traslación Técnica)
Por otro lado, quiero destacar la cantidad de entrenadores que aprovecharon la pandemia para avanzar con sus certificaciones. Se viene otro año que no parece que vaya a ser más sencillo, pero intentaremos seguir con la actividad planificada para enero y febrero. La incertidumbre en torno a cómo va a evolucionar esta pandemia nos obliga a seguir conectados y no bajar los brazos.
El año termina y la navidad se acerca, es un buen momento para reflexionar sobre lo pasado y proyectar el futuro aferrándonos a la esperanza que se refleja en el nacimiento del niño Jesús.
Feliz Navidad y que todos podamos tener un próspero año nuevo.
Luis F. Velasco
